viernes, 23 de mayo de 2008

Juventud… ¿divino tesoro? (2ª parte)

En esta entrada, que sirve de continuación a la anterior, quiero poner otro romancero, en este caso dedicado al tema de la vivienda. Si ya es difícil tener una casa hoy en día, cuando la persona que pretende acceder a ella es alguien joven con un sueldo inferior a mil euros mensuales, las dificultades son mucho mayores.

Servidor, que es de letras, va a plantear un sencillo problema al ávido lector, para ilustrar más claramente la situación:

«Juan gana 800 euros al mes. Acaba de irse a vivir a un piso de alquiler, que le cuesta 350 euros mensuales. Todos los meses paga unos 50 euros entre la factura del gas, agua, luz, etc. Como Juan es caprichoso y quiere comer todos los días, en manutención se le van unos 200 euros mensuales. No contento con eso, también quiere salir con sus amigos de vez en cuando, ir al cine, comprarse algún libro, tomar algo en un bar, etc., en lo cual se gasta entre 150 y 200 euros al mes. Pregunta: ¿Cuántos días tardará Juan en volver a casa con sus padres?»

Si sabe usted la respuesta y el caso le resulta familiar, no pierda más tiempo y lea inmediatamente este romancero para consolarse un poco de este mal endémico. Si esto no le toca ni de lejos y no es consciente de esta problemática, o peor aún, usted ayuda a acrecentarla, váyase por donde ha venido, pero lea antes esto y reflexione. Sea como fuere, espero que este romancero no caiga en saco roto.


Pedir ¡Qué triste es pedir!
Y reclamar un derecho
Que está en la Constitución:
“Poder vivir bajo un techo”.

¡Qué triste es pedir!, ¡qué triste!
Y sentados en el suelo
Exigir que la vivienda
No cueste tanto dinero.

Pedir es triste, muy triste,
Pero más triste es robar.
La Inmobiliaria o el Banco,
¿Cuál de los dos roba más?

¿Ministerio de Vivienda?
¿Para qué?, ¿de qué ha servido?
Pa’ mostrar la incompetencia
De la señora Trujillo.

Suben y suben los precios,
La burbuja un día estalla.
¡Ojalá que le reviente
Al empresario en la cara!

Empresas inmobiliarias,
Banqueros que se aprovechan,
Hipotecas de por vida…
¡Un sin vivir la vivienda!

Pisos caros, diminutos,
Otros en muy mal estado…
¡Y encima quieren que vivan
En 30 metros cuadrados!

Que desfachatez Ministra.
¿30 metros?, no lo entiendo,
Si es más grande su despacho,
Donde usted vive del cuento.

Por el móvil o Internet,
Da igual la forma que sea
De convocar más protestas
Manifestando la queja

Contra toda esta bazofia
En que se ha convertido
La vivienda, y en el precio
Tan alto en que están los pisos.

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