lunes, 1 de diciembre de 2008

la Esperanza es la última que se pierde

Me sirvo de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) para dar contenido a esta nueva entrada, que escribo por necesidad, ya que arde en mi interior y brota hacia el exterior como si hubiese recibido el impulso de una coz. Y es que en los últimos días han pasado una serie de cosas que hacen que me hierva la sangre. Pasemos pues a la semántica.

Terrible
(Del lat. terribĭlis).
1. adj. Que causa terror.
2. adj. Difícil de tolerar.
3. adj. Muy grande o desmesurado.

Ejemplo: Se producen una serie de atentados en Bombay que provocan una catástrofe de dimensiones considerables

Casualidad
(De casual).
1. f. Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar.

Ejemplo: La Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se encontraba en Bombay en el momento en que comienzan los atentados.

Frívolo, la
(Del lat. frivŏlus).
1. adj. Ligero, veleidoso, insustancial. U. t. c. s.
2. adj. Se dice de los espectáculos ligeros y sensuales, de sus textos, canciones y bailes, y de las personas que los interpretan.
3. adj. Dicho de una publicación: Que trata temas ligeros, con predominio de lo sensual.

Ejemplo: En la mencionada masacre de Bombay mueren cerca de 200 personas. Sin embargo, a la señora Aguirre lo que le preocupa es perder sus zapatos y mancharse de sangre.

Frivolidad
1. f. Cualidad de frívolo.

Nota: Hay gente que no parece tener muy claro este concepto.

Vergüenza
(Del lat. verecundĭa).
vergüenza ajena
1. f. La que uno siente por lo que hacen o dicen otros.

Ejemplo: Los medios de comunicación le dan más importancia a unas sandalias y a unos calcetines que a una tragedia humana como la ocurrida en la India. Llegados a este punto dudo incluso que la masacre de Bombay hubiera tenido tal repercusión de no encontrarse allí nuestra amiga 'Espe'.

Llegados a este punto no sé si vomitar, resignarme o poner el grito en el cielo. Por cierto, no quiero pasar por alto un significante tan importante como este:

Suerte
(Del lat. sors, sortis).
1. f. Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual. Así lo ha querido la suerte.
2. f. Circunstancia de ser, por mera casualidad, favorable o adverso a alguien o algo lo que ocurre o sucede. Juan tiene mala suerte. Libro de buena suerte.

Lo que dice el diccionario de éste término en su segunda acepción es lo más relevante en este caso.

Ejemplo: Una persona, que casualmente (ver más arriba el significado de este término) le da título a este post, sobrevive a un accidente de helicóptero y a un tiroteo apenas tres años después. Dicho lo cual, que cada uno/a saque sus propias conclusiones.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

un negro en la Casa Blanca

El título de este post, que bien podría ser el nombre de una película made in USA, resume la noticia con la que nos están bombardeando durante la última semana (día sí, día también) los medios de comunicación. Por ello dedico al tema nada menos que dos sonetos de cosecha propia, que se han ido fraguando en estos días. Espero que sean del gusto o del disgusto del personal.


(I)

“Mami, ¿qué será lo que tiene el negro?”,
Dijo McCain la noche electoral.
¡Obama le pasó cual vendaval!
No grito de euforia, pero me alegro.

Un afroamericano es presidente
De un país con gran bagaje racista.
No quisiera pecar de pesimista,
Pero auguro un atentado inminente.

El sueño de Luther King, ¿será Obama?
Un negro en la White House, ¡qué ilusión!
Querido Barak, el mundo te aclama,

No desaproveches esta ocasión.
Los que creen en ti se van a la cama
Sabiendo que los sueños, sueños son.


(II)

Elecciones ‘made in USA’; ¡qué empacho!
Tenemos a Obama hasta en la sopa.
No pedidme que levante mi copa
Por ese yanqui, porque me emborracho.

El negro es la esperanza de Occidente.
De acuerdo, ¿pero el cambio será tal?
No se me antoja un giro radical
Ni una política tan diferente.

Ni los demócratas son progresistas,
Ni Barak Obama es rojo, es negro.
Así que más “ma non troppo” que “allegro”.

Aplacad vuestra euforia, optimistas,
Y brindad porque Bush se va a marchar,
Que es un buen motivo para brindar.

miércoles, 15 de octubre de 2008

A vueltas con la crisis (de valores)

A vueltas con la crisis (de valores)

Breve repaso a la actualidad


Ante la crisis económica – que es ya crónica
Triunfa el intervencionismo – ¡¿y el capitalismo?!
Las pérdidas se nacionalizan – para ver si se revalorizan
Pero las ganancias son privatizadas – ¡qué estocada!
Y los bancos mientras tanto – menudo espanto
Brindan por la inyección de liquidez – ¡qué desfachatez!
Una subvención para la familia Botín – que se pegará un buen festín
Está claro que la banca nunca pierde – pero morder, muerde
El Estado no es más que una puta – y muy astuta
Que se va con el mejor postor – y el pueblo es el perdedor
¿Dónde queda el socialismo, Zapatero? – ni socialista ni obrero
Si volviera Pablo Iglesias, ¿qué diría? – otra vez se moriría
Esta crisis, es una crisis de valores – y de todos los colores
El desfile de las Fuerzas Armadas – ¿espectáculo o mamarrachada?
Le parece a Rajoy una gran ‘tostonera’ – verdad verdadera
Pero, ¡¿no eran tan patriotas los de la derecha?! – el caso es prender la mecha
¡Uy, perdón!, que ahora los del PP dicen ser de centro – sí, del centro y pa’dentro
En esta sociedad nada es lo que parece – ¿qué ideales prevalecen?
La doctrina más extendida es la del dinero – poderoso caballero
Y si hablamos de la justicia… – menuda estulticia
¿Es realmente un cachondeo? – yo así lo creo
Pronto no habrá ningún ‘malayo’ en la trena – me río yo de esas condenas
El que roba a gran escala no es un delincuente – y más si es de familia decente
Como mucho será un malversador – “y a mucha honra, señor”
Por cometer esos delitos no es perseguido – “fue un desliz, y estoy arrepentido”
Pero pobre del que robe para comer – la luz del día no la vuelve a ver
Eso sí, los jueces son intocables – y muchos abominables
Como máximo, una multita y hasta otro día – con la venia señoría
Y a seguir dictando sentencia – es competente pese a su incompetencia
Así nos va como nos va – y peor que nos irá
El mundo va a la deriva – ¡Aquí no hay quien viva!
Estamos en una gran crisis, de valores – y siempre son los mismos los perdedores

lunes, 22 de septiembre de 2008

monólogo dialogado (o conversación conmigo mismo)

Monólogo dialogado (o conversación conmigo mismo) - ¡Anda, qué sorpresa! Tú por aquí de nuevo. ¡Ya era hora de que actualizaras el blog, hombre!, que lo tienes bastante abandonao.
- Sí que es verdad. Será por pereza, o por falta de motivación, o por todo un poco. La verdad es que como veo que apenas me dejan comentarios, pues se me quitan las ganas de tener ganas. A veces pienso que escribo sólo para mí.
- Lo que pasa es que la gente tiene cosas más importantes que hacer, y no va a estar siempre pendiente de lo que escribe un pardillo como tú.
- Eh, sin faltar, que yo no te he insultao, mendrugo.
- Piensa además que los temas que tratas a lo mejor no le resultan interesantes a todo el mundo, y que a veces sueltas unas parrafadas que sin anestesia previa no se pueden digerir.
- Yo escribo sobre lo que considero importante, cuestiones de más o menos actualidad, y alguna que otra estupidez, bien es verdad.
- Demasiadas tonterías amigo. Bueno, ¿piensas hablar de algo interesante en esta entrada, o vas a terminar ya con esta pamplina y hasta dentro de un par de meses o tres no vuelves a contar nada? Mira que te tengo ya calao.
- ¿Qué te parece si hablamos de la crisis?
- ¿Crisis? ¿Qué crisis?
- La de los misiles del 62, no te jode. Pues la crisis económica.
- Ah, venga. Pero ese tema está ya muy trillao.
- Tal vez, pero es que me parece interesante el desplome que ha tenido la bolsa en Estados Unidos.
- Menudo batacazo se han llevao en Wall Street. Algunos se habrán acordao de la crisis del 29.
- Se creían que el mercado se podía mantener solo. Y ahora, fíjate, el Estado ha tenido que intervenir.
- Quien nos lo iba a decir, ¿verdad? Que a estas alturas de la película se pongan los yanquis a nacionalizar empresas…
- Y además una de las inmobiliarias más importantes del mundo.
- Se han llevado toda su vida hablando de liberalismo y neoliberalismo, que si libre mercado por aquí, que si autorregulación de los bancos por allá, y al primer revés fuerte que les da la economía se produce un intervencionismo del estado en toda regla.
- Se han pasado todo el tiempo persiguiendo rojos y satanizando el socialismo, y ahora se sacan de la manga medidas de este tipo.
- No, si resultará que al final se harán comunistas estos yanquis.
- ¿Te imaginas? La siguiente medida podría ser poner una foto de Marx en el despacho oval.
- ¿De quién, de Groucho?
- De Karl Marx, imbécil. Aunque tampoco les vendría mal la otra.
Sí, sí. Y que repartieran ejemplares de El Capital entre las multinacionales y los bancos.
- Ya estoy viendo los titulares: “Estados Unidos abandona el capitalismo y opta por políticas socialistas”.
- En fin, sueños aparte, lo que está claro es que el liberalismo no es un sistema tan perfecto como nos hacían creer. Tiene sus agujeros, y bastante gordos por cierto.
- Sí, por eso yo prefiero seguir viviendo en la utopía.
- Viviendo en la utopía, y bebiendo frutopía, ¿no?
- Ja, Ja. Festival del humor…
- Sí, la verdad es que el chiste ha sido malo, pero los tengo peores.
- Bueno, ¿qué?, ¿piensas decir algo más?
- No, por ahora ya está bien. Eso sí, como decía aquella mítica frase: “y mañana… ¡hablaremos del Gobierno!”.
- Bueno, lo de mañana será un decir. Seguro que tardas un montón de tiempo en actualizar esto otra vez.
- ¡Otra vez la burra al trigo!
- Bueno, pues hasta la próxima y punto.
- Y punto final.

jueves, 26 de junio de 2008

semos europeos

Veía yo el otro día uno de esos clásicos del cine cómico, Tiempos modernos de Charles Chaplin, y según avanzaba la película me daba cuenta de que la situación actual y la que retrataba el ‘film’ (ambientado en la época de la segunda revolución industrial) no han cambiado demasiado. Hoy, en lugar de enfrentarse a las pésimas condiciones laborales de las grandes cadenas de montaje para la producción a gran escala, el obrero se enfrenta a otro tipo de maquinarias: las computadoras. En lugar de estar esclavizado en una fábrica, en la actualidad el trabajador está encadenado al ordenador de su oficina (o a otro tipo de objetos según cual sea su trabajo). Cambian los actores, pero la situación es bien parecida.

En la película (que se la recomiendo encarecidamente a quien no la haya visto) se veía como los obreros entraban en avalancha, cual corderitos, a las fábricas, y esto me recordaba a esas escenas que se ven todas las mañanas en la madrileña estación de Atocha, cuando una marabunta humana intenta coger el tren para llegar a tiempo a su puesto de trabajo. Otra escena que aún hoy día resulta familiar es la de la búsqueda de una vivienda. ¿Cuántos miles y miles de euros costaría actualmente una choza medio derruida como la que encontraron Chaplin y su acompañante en la película? ¿A cuántos años estaría una hipoteca para esa ‘casita’?

¿Adónde quiero llegar con todo esto?, se preguntará el ávido lector. Pues que después de que el obrero pudiera gritar victoria (con la boca pequeña por supuesto) por las mínimas conquistas sociales de finales del siglo XIX. Después de tanto pedir, tanto luchar y tanto sufrir, y a pesar de la precariedad laboral que aún hoy día tienen que soportar los trabajadores, ahora llegan unos señores de la Unión Europea y dicen que hay que trabajar más. A esos señores (por llamarles de algún noble e inmerecido modo) les parece que 40 horas semanales es poco y que sería mejor ampliar la jornada laboral a 65 horas semanales. Eso sí, siempre con el acuerdo entre trabajador y empresario*.


(*) Escena ficticia entre un trabajador y un empresario para ampliar la jornada laboral del primero:

Empresario: ¡Gutiérrez! He pensado que le gustaría que le subiera el sueldo. Le propongo un aumento de un 0,000001 % a cambio de trabajar diez horas diarias en vez de ocho. Eso sí, los sábados no trabajaría nada más que siete horas, salvo que quiera hacer horas extras.

Trabajador: Le agradezco el ofrecimiento, Sr. Morales, pero tengo una niña pequeña y una mujer a las que quiero dedicar más tiempo. Así que lo lamento mucho, pero rechazo su oferta.

Empresario: No se preocupe Gutiérrez, ya encontraré a alguien que la acepte. Por cierto, mañana puede tomarse el día libre. De hecho, a partir de mañana podrá tener todo el tiempo que quiera para estar con su familia, porque está usted despedido.


Con todo lo aquí expuesto, quiero plantear una nueva encuesta estúpida y totalmente parcial a mis lectores para saber su opinión al respecto, aunque ni me importe ni la tenga en cuenta lo más mínimo.


Encuesta: ¿Qué te parece que la UE quiera ampliar la jornada laboral sin consultar con el obrero?



Nota: aprovecho la ocasión para daros las gracias a quienes se pasáis por este blog de cuando en cuando, porque demostráis vuestra paciencia ante mi falta de regularidad en la actualización de la página, y porque habéis conseguido que se superen las mil visitas (aunque los contadores de google sean de dudosa fiabilidad). Muchas gracias a tod@s.

sábado, 7 de junio de 2008

Las aventuras de Pepito Churrasco (Cap. 2)

Las estrambóticas y disparatadas aventuras de Pepito Churrasco

(Una historia demencial y surrealista, perpetrada por una mente demente)

Capítulo 2. Pepito Churrasco empieza a oler a fiambre

- Cariño, ¿qué te apetece comer hoy?

- No sé. Tal vez algo de verdura.

- ¿Y algo más?

- Me comería también un buen trozo de carne.

Pepito Churrasco había estado escuchando esta conversación que provenía de fuera del frigorífico. Eran dos seres de una apariencia y costumbres extrañas. Se les conocía comúnmente como seres humanos, pero Pepito dudaba de tal condición. “No puede ser humano quien trata de saciar sus instintos más primitivos devorando un pobre e indefenso trozo de carne”, decía él para sí mismo. Pero el caso es que se trataba del matrimonio que habitaba aquella casa, cuyos nombres vamos a omitir porque eran dos seres innombrables.

Todavía retumbaba en la cabeza de nuestro protagonista aquella frase que había cerrado la conversación de la pareja de bípedos: “me comería también un buen trozo de carne”, que apostillaron con unas risillas malévolas. Cada vez que la recordaba un sudor frío le recorría su ya de por sí humedecido cuerpo. Pasaría bastante tiempo hasta que el matrimonio volviera a invadir la cocina y perturbar de nuevo la tranquilidad de Pepito Churrasco. Para él, aquella sala que los humanos llamaban cocina era un lugar no demasiado agradable. Debido a su condición, y al final que le esperaba en aquella habitación, él prefería llamar a esa sala ‘el corredor de la muerte’. Del mismo modo, la nevera era para él una fría y oscura cárcel.

Instantes antes de que aquel matrimonio hubiera vuelto a poner sus inhumanos pies en la cocina, o ‘corredor de la muerte’, Pepito ya había echado una mirada detenida a todo su alrededor, fijándose en todos y cada uno de los habitantes de aquel frigorífico. Él se encontraba en el piso de abajo, y a su lado yacía el señor Besugo, un tipo muy educado aunque siempre estaba ‘de morros’. Un poco más allá se encontraba Doña Zanahoria, Don Tomate y Doña Lechuga, todos muy amigos, y a los que Pepito les tenía especial cariño. Pero de todos los allí presentes, con quien más amistad había entablado era con Pescadilla, una fresca y lozana muchacha, de clase media-baja, pero algo narcisista ya que siempre se estaba mordiendo la cola ella misma y rehusaba que lo hiciera cualquier otro. Por este motivo, Pepito nunca había buscado en ella nada más que amistad. Bueno, por eso y porque sus ojos estaban clavados única y exclusivamente en Lubina Good Fish, una muchachita mucho más fina y esbelta que Pescadilla, que pertenecía a la alta sociedad. Pero sin tiempo para pensar en temas amorosos, Pepito seguía recorriendo con la mirada todos los rincones del frigorífico: una familia de croquetitas por allí, la pandilla de guisantes un poco más allá, Don Jabugo, con su perenne donaire de solemnidad, por aquel rincón, el viejo señor Manchego y el señor Cabrales un poco más retirados, pero ningún rastro de carne fresca a la vista. Hacía días que los filetes y las hamburguesas habían desaparecido de allí, y el único producto cárnico fresco que quedaba en el frigorífico era Pepito Churrasco, algo que a él le hacía temer lo peor.

Sin más dilación, una mano larga, gruesa y atroz penetró en aquel frigorífico y Pepito la contempló recordando una y otra vez aquellas palabras: “me comería también un buen trozo de carne”. La susodicha extremidad se acercó lentamente a nuestro amigo, pero se desvió ligeramente hacia la derecha para coger de los pelos a Doña Zanahoria, junto con Don Tomate y Doña Lechuga, y algunas otras hortalizas con las que Pepito tenía menos trato. Atónito ante tal espectáculo, a aquel vivaracho solomillo le invadió a la vez una sensación de pena y de alegría. Pena porque se llevaban a sus amigos para siempre, pero alegría de saber que él no era el elegido para el festín en esa ocasión, ya que al marcharse la mano, había cerrado tras de sí la puerta de aquella ‘celda de castigo’.

Nuestro amigo se encontraba ya mucho más tranquilo, pero no descansaría completamente hasta unas horas más tarde, pues no descartaba que aquellos humanos realizaran una nueva visita al frigorífico. Sin embargo todavía no comprendía que a pesar de las palabras que había oído, “me comería también un buen trozo de carne”, él había salido ileso de aquella situación. “Es algo inexplicable”, se decía. Pero lo que el bueno de Pepito Churrasco ignoraba es que detrás de aquella frase que para él significaba una terrible amenaza, tan sólo se escondía una simple metáfora sexual.


jueves, 29 de mayo de 2008

Frikivisión: chikilicuatres Vs eurofans

Tenía que sacar el tema porque en cierto modo se lo merece. Cuando Manuel Fraga, ese ex ministro franquista reconvertido en defensor del sector más moderado (o menos extremista) del PP, acuñó el término ‘Spain is diferent’ no andaba (a su modo) muy desencaminado. Aquí somos capaces de lo mejor y de lo peor, de convertir un fracaso en una tragedia nacional o alegrarnos de él si no nos gustaba de antemano. Ejemplo futbolístico: que el seleccionador nacional no me gusta (Aragonés, Clemente, Iñaqui Sáez…), o no lleva a un jugador que es santo de mi devoción (Raúl, Michel…), pues soy capaz de desear que España pierda aunque luego me autoproclame el más español de todos (y la prensa tiene aquí gran parte de culpa).

Con Eurovisión, ese mal llamado ‘Festival de la Canción’, ha pasado algo similar. Muchos fueron los que desearon que en esta ocasión el representante español quedara en el último puesto, porque España iba a “hacer el ridículo”, y que prácticamente satanizaron no sólo al personaje sino también al actor que se escondía detrás del mismo. Muchos de los que así pensaban pertenecen a ese fenómeno llamado ‘eurofans’, que traducido resulta “friki (en el sentido más peyorativo del término) sin más ambición en la vida que recorrer la geografía europea para asistir a las galas más estúpidas y martirizar sus oídos, deteriorados ya de por sí, con las canciones más simples y despreciables” (pongan estas palabras en mi boca y en la de otra mucha gente). Yo les preguntaría a este tipo de sujetos si piensan que, desde un punto de vista musical, el ‘chiki chiki’ dista mucho del ‘aserejé’, de ‘la macarena’, o de otros temas perpetrados por individuos como King África, Georgie Dann o David Bisbal, y que causan gran adoración entre las masas. O incluso si no era tan lamentable o más el ‘Europe living a celebration’, que interpretaba una ‘Rosa de España’ que fue explotada hasta la saciedad, y que estancaron en unos estilos musicales muy distantes de sus posibilidades reales (aunque personalmente no me guste como cantante, reconozco su valía).

Pero vamos a hablar de Rodolfo Chikilicuatre y su ‘chiki chiki’. La canción la elaboraron unos simples guionistas del programa Buenafuente (y no Pedro Guerra y Santiago Segura como un periódico ‘serio’ como El País llegó a decir, tragándose hasta le médula la broma televisiva). Objetivo: parodiar el fenómeno reggaeton y colarse en la gala que preparaba Televisión Española para decidir el representante español en Eurovisión. Y se colaron en la gala con los votos (legales, muy a pesar de TVE) recibidos a través del portal Myspace. Pero para mayor sorpresa e incredulidad de los ideadores de esta canción, resultó ser el tema elegido para ir a la gala europea con una diferencia de votos aplastante, para mayor pesar del ente público y de un José Luís Uribarri que al principio renegó del ‘chiki chiki’, pero demostrando una gran hipocresía y una absoluta falta de dignidad, decidió apoyarlo para seguir pavoneando su figura por la televisión de todos los españoles (a pesar de no comulgar con el invento, si comulgaba con las ganancias). Y TVE tuvo que tragar porque había apostado por el sistema de votación de los espectadores y, por su propio bien, no le quedaba más remedio. Pero al final ha resultado que los beneficios que el ‘chiki chiki’ le ha reportado al ente público (y también al Terrat y a la Sexta) han sobrepasado sus propias expectativas, primero por la explotación del personaje y el merchandising, y después porque la gala eurovisiva batió record de audiencias (al parecer la vieron tanto seguidores como detractores del fenómeno).

En cuanto al resultado, para mí lo de menos ha sido el puesto. Hubiera quedado más abajo o más arriba, el éxito ha sido que un actor tan versátil (esperemos que no esté ya condenado por el personaje) como es David Fernández cante en Eurovisión vestido de a saber qué, con una guitarra de juguete, un tupé a lo Elvis, unas gafas sin cristales, un falso acento argentino, una música de teclado Casio y una letra tonta pero pegadiza. Para mí una genialidad más de la factoría El Terrat, para otros un ridículo espantoso. Pero el verdadero ridículo es que España siga asistiendo a un festival que tiene mucho de batalla geopolítica y poco o nada de música medianamente aceptable. Si en algún momento Eurovisión fue cuna de valores artísticos, cosa harto improbable, y menos en el caso hispano (Massiel, Karina, Betty Missiego, Salomé, Serafín Zubiri, D’Nash…), ahora no es más que un escaparate de frikis, eurodivas recauchutadas y sujetos con menos proyección musical que un botijo de madera. He dicho.

viernes, 23 de mayo de 2008

Juventud… ¿divino tesoro? (2ª parte)

En esta entrada, que sirve de continuación a la anterior, quiero poner otro romancero, en este caso dedicado al tema de la vivienda. Si ya es difícil tener una casa hoy en día, cuando la persona que pretende acceder a ella es alguien joven con un sueldo inferior a mil euros mensuales, las dificultades son mucho mayores.

Servidor, que es de letras, va a plantear un sencillo problema al ávido lector, para ilustrar más claramente la situación:

«Juan gana 800 euros al mes. Acaba de irse a vivir a un piso de alquiler, que le cuesta 350 euros mensuales. Todos los meses paga unos 50 euros entre la factura del gas, agua, luz, etc. Como Juan es caprichoso y quiere comer todos los días, en manutención se le van unos 200 euros mensuales. No contento con eso, también quiere salir con sus amigos de vez en cuando, ir al cine, comprarse algún libro, tomar algo en un bar, etc., en lo cual se gasta entre 150 y 200 euros al mes. Pregunta: ¿Cuántos días tardará Juan en volver a casa con sus padres?»

Si sabe usted la respuesta y el caso le resulta familiar, no pierda más tiempo y lea inmediatamente este romancero para consolarse un poco de este mal endémico. Si esto no le toca ni de lejos y no es consciente de esta problemática, o peor aún, usted ayuda a acrecentarla, váyase por donde ha venido, pero lea antes esto y reflexione. Sea como fuere, espero que este romancero no caiga en saco roto.


Pedir ¡Qué triste es pedir!
Y reclamar un derecho
Que está en la Constitución:
“Poder vivir bajo un techo”.

¡Qué triste es pedir!, ¡qué triste!
Y sentados en el suelo
Exigir que la vivienda
No cueste tanto dinero.

Pedir es triste, muy triste,
Pero más triste es robar.
La Inmobiliaria o el Banco,
¿Cuál de los dos roba más?

¿Ministerio de Vivienda?
¿Para qué?, ¿de qué ha servido?
Pa’ mostrar la incompetencia
De la señora Trujillo.

Suben y suben los precios,
La burbuja un día estalla.
¡Ojalá que le reviente
Al empresario en la cara!

Empresas inmobiliarias,
Banqueros que se aprovechan,
Hipotecas de por vida…
¡Un sin vivir la vivienda!

Pisos caros, diminutos,
Otros en muy mal estado…
¡Y encima quieren que vivan
En 30 metros cuadrados!

Que desfachatez Ministra.
¿30 metros?, no lo entiendo,
Si es más grande su despacho,
Donde usted vive del cuento.

Por el móvil o Internet,
Da igual la forma que sea
De convocar más protestas
Manifestando la queja

Contra toda esta bazofia
En que se ha convertido
La vivienda, y en el precio
Tan alto en que están los pisos.

Juventud… ¿divino tesoro? (1ª parte)

Tras ver un documental que llevaba por título La vida por 1000 euros, y que se emitió el martes 20 de Mayo en el programa Documentos TV, sentí la imperiosa necesidad de hacer un post como este, dedicado a ese sector de la población tan particular: la juventud. Esa “panda de vagos”, que “no tienen respeto ni educación”, y que, según dicen, “son unos maleantes” que “no saben apreciar lo que tienen”. Démosles las gracias a nuestros mayores, que ellos siempre tienen respeto y buenas palabras para los jóvenes.

¿Cuál es la etapa más difícil de la vida? Sería difícil responder a esta pregunta, pero parece claro que, a pesar de las comodidades que pueda haber, la más fácil no es la juventud. Yo me quiero ocupar de esta etapa, pero dejando a un lado la adolescencia y centrándome más en esos ‘veinteañeros’ y ‘treintañeros’, muchos de los cuales pertenecen a los llamados ‘mileuristas’ (tema al que estaba dedicado el citado documental). Y quiero por ello recuperar dos romanceros que hice unos años ha (concretamente hace dos años), y que, aunque cambien los actores en algunos casos, la situación poco o nada ha variado.

El tema del primer romancero es el botellón, esa actividad lúdico-festiva que tantos problemas causa a los vecinos, y muchos más a los dueños de bares de copas, y que se intenta erradicar, con más o menos éxito, tratando como delincuentes a los que los que lo practican. Un brindis en honor de la juventud y el botellón. Salud compañeros.


En tiempos poco rebeldes,
Presos de monotonía,
La juventud cambia el modo
De mostrar su rebeldía.

Ya no abogan por trincheras
Ni intentan revoluciones,
Ahora toman las calles
Realizando botellones.

Y por eso les acusan
De delincuentes y vagos,
Porque prefieran la calle
Para tomarse unos tragos.

¿Y qué?, si es su desahogo,
Si así liberan tensiones,
Se olvidan de los estudios
Y aparcan sus frustraciones.

Y aunque digan sus mayores
Que sólo son maleantes,
Y se ha perdido el respeto
De los jóvenes de antes,

No son los tiempos modernos
La cuna del gamberrismo,
Ni es de respeto tampoco
Hacer juicios de cinismo.

Y si bebiendo en la calle
Protestan esas criaturas,
Que engrosan listas de paro
Con varias licenciaturas,

Bienvenido sea el que llaman
'Macrobotellón' nocturno,
Que va a escupirle en la cara
Al político de turno.

martes, 13 de mayo de 2008

Las aventuras de Pepito Churrasco (Cap. 1)

Las estrambóticas y disparatadas aventuras de Pepito Churrasco

(Una historia demencial y surrealista, perpetrada por una mente demente)

Capítulo 1: De cómo Pepito Churrasco desea una muerte fuera de lo común

Pepito Churrasco era un sujeto vivaracho y jovial, pero era consciente del final que el cruel destino le tenía preparado para sí. Debido quizás a su carácter rebelde, Pepito se resistía a pensar que tenía que acabar convertido en un trozo de carne a la brasa. Él siempre había soñado con una muerte diferente, fuera de lo común para los de su especie. No en vano, él era un solomillo de cerdo de alta calidad, envidiado por muchos, pues era de raza ibérica, el linaje más selecto en cuanto a los derivados del porcino se refiere.

Y helo allí, en su bandeja de plástico, esperando en un oscuro rincón del frigorífico un final que llegaría tarde o temprano, pero que llegaría al fin y al cabo cuando se abriera la puerta de la nevera y una mano humana (o inhumana tal vez) apareciera para llevarse a Pepito para siempre. Él sabía que no podía poner frenos a su muerte, pues le llegaría como le llega a todos, y si no era consumido por nadie acabaría sus días deteriorándose y muriéndose de viejo, en estado de putrefacción y con un hedor y aspecto tan horribles que impediría que se lo comiera hasta la persona más necesitada. Era consciente de todo ello, pero lo único que deseaba es que cuando el final llegase, él pudiese elegir la forma. No quería morir en la sartén, ni en el horno, ni en la parrilla, y no soportaba la idea de que su cuerpo sin vida descansase sobre una exquisita salsa de almendras, con un cortejo fúnebre formado por una guarnición de patatas fritas o unos duros e incómodos granos de pimienta.

¿Pero cómo se puede resistir alguien a una muerte tan digna? ¿Qué mejor funeral le puede deparar el destino a un trozo de carne si no es el de acabar siendo un plato estrella en un restaurante de lujo? Pero él no era como los demás solomillos. Lo que muchos deseaban, él lo aborrecía.

Ahora bien, Pepito no le había contado a nadie sus deseos de una muerte diferente, y mucho menos a su familia. ¡¿Acaso había mayor deshonra para un solomillo de primera que morir de la forma que él deseaba?! No, no se lo había dicho a nadie. A quién le iba a contar que quería morir en una ensalada mixta, que deseaba que su lecho de muerte lo formaran lechugas frescas, escarolas, lombardas, tiernos cogollos y coles de todo tipo. Y que quería que lo cubriera una fina capa de queso fresco, unos excelentes lomos de atún, tomates de primera calidad y ser bañado por aceite puro de oliva. “¡Pero qué ideas se te meten en la cabeza Pepito!”, le diría la gente.

Y así, abstraído en sus pensamientos y en sus deseos, permanecía Pepito en un sombrío habitáculo de la nevera, que a veces se iluminaba y sumía en la máxima expectación a todos los habitantes del frigorífico, ignorando quién de los allí presentes iba a ser el próximo en abandonar su oscuro y frío hogar.


Nota: Esta historia sin pies ni cabeza tendrá continuación única y exclusivamente si el lector demuestra interés al respecto (comentarios, felicitaciones, insultos, amenazas...). Como se puede observar por el argumento de estas aventuras, el autor de las mimas confirma con ellas que su locura se agudiza por momentos, por si alguno anduviera aún con la duda.

martes, 29 de abril de 2008

fuerzas del desorden

Últimamente están apareciendo gran cantidad de vídeos para denunciar la actitud violenta de algunos guardias de seguridad del metro. Es la forma que tienen de actuar individuos de esta calaña. Escudándose en que van con uniforme se creen con la potestad para actuar de cualquier forma, y lo que es peor, con el beneplácito muchas veces de las empresas para las que trabajan, que lo tachan de hechos "aislados". Pero la realidad y lo más triste de todo esto es que ocurre muchas veces, con demasiada frecuencia. Tal vez sea que al llevar ese ropaje se creen con más poder y se crecen, convirtiendo su condición de autoridad en una simple excusa para descargar su agresividad en una supuesta lucha contra la ilegalidad. Ya sea guardias de seguridad privados, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, u otros individuos que dicen actuar en nombre de la ley (los casos más atroces vienen casi siempre del país del Tío Sam), lo que está claro es que su uniforme esconde debajo un sujeto violento y en muchas ocasiones de ideología fascista. Por eso he querido rescatar del baúl de los olvidos, como a mí me gusta decir, un pasodoble de la chirigota virtual del año 2004, Llegó el desmatrix. Esta letra refleja la situación de la violencia policial en una época especialmente convulsa, en la cual habían bastantes cargas policiales en las manifestaciones contra la LOU, contra la guerra de Irak, contra la globalización, (de triste recuerdo en este último caso la muerte de un joven en Génova, no la calle sino la ciudad), etc. Yo creo que aunque el pasodoble habla de policías, es perfectamente extrapolable a otro tipo de agentes del orden y del desorden. Espero que, si alguien sigue visitando este blog, disfrute de esta letra.


miércoles, 26 de marzo de 2008

'poema' incalificable

Hoy voy a darle salida en esta entrada, permítaseme la paradoja, a este texto, llamémosle poesía, que escribí hace algún tiempo. Lo que evoca ni yo mismo lo sé, pero lo voy a ubicar dentro de un apartado que tengo a bien llamar 'poemario particular' y en el que recogeré divagaciones como esta o parecidas.

Benditos corazones solitarios.
Benditos solitarios con razones.
Maldito corazón insolidario
De quien rompe a diario corazones.

Maldito el exabrupto de la pena.
Maldita la condena del lamento.
Bendito quien vive en una verbena
Y vivirá y morirá contento.

Maldita soledad, si no se quiere.
Maldita muerte en vida, que no muere.
Maldita sea la falta de entereza.

Bendita la alegría compartida.
Benditos que enviudaron con la vida.
Benditos que se mueren de tristeza.

lunes, 10 de marzo de 2008

fábula post-electoral

Año 2026. Victoria Esperanza se levanta más tarde que de costumbre porque es sábado y no tiene que ir al instituto. Ha quedado para ir de compras con una amiga y se para en un escaparate porque ha encontrado un vestido que le gusta mucho. Se lo prueba y le encanta. Ella lo quiere en blanco, pero sólo lo hay de color azul o rojo, así que se queda con las ganas porque no le gusta como le sientan esos dos colores. Como ya es hora de comer, entran en un restaurante. A Victoria Esperanza le apetece de beber un refresco de cola, pero sólo lo hay de naranja o de limón, así que se conforma con el de limón que es el que le gusta algo más. Para comer ha pedido un filete, pero se lo traen crudo, por lo que pide que se lo cocinen y al rato se lo traen quemado. Ella dice que lo quiere bien hecho, ni crudo ni pasado, pero esa opción no la contempla el restaurante. Para pasar la tarde, a Victoria Esperanza le apetece ver un partido de su equipo. Ella es del Mallorca, porque nació allí aunque ahora vive en un pueblo de Badajoz porque sus padres se trasladaron por motivos laborales. Por más que lo intenta no consigue encontrar ningún lugar donde poder ver ese partido de fútbol, porque en todos los bares ponen o al Madrid o al Barça, pero a su Mallorca no lo echan en ningún sitio. Cansada de tan infructuoso día decide volver a casa. Se tumba en la cama sin hacer nada, mirando el infinito y pensando. Mañana es domingo y hay elecciones. Es la primera vez que Victoria Esperanza siente la llamada de las urnas, pero no sabe qué hacer. A veces se ha planteado no ir a votar porque no le gustan ninguna de las dos únicas opciones que hay: el PSOE o el PP. Ninguno de los dos partidos congenian con sus ideas, pero la gente le dice que vote a uno de los dos, que votar en blanco no sirve de nada, y que ni se le ocurra quedarse en su casa, que es antidemocrático no votar mañana. Extasiada ante ese mar de dudas, ante un panorama tan bipolarizado, se queda dormida y piensa en un mundo en el que no haya sólo dos opciones que elegir, donde no todo sea blanco o negro, sino que haya una gran gama de colores, donde no todo sea o conmigo o contra mí. Victoria Esperanza, a la que bautizaron como la niña de Rajoy, piensa en ese mundo que le pintaron hace muchos años, donde la democracia te permitía la posibilidad de elegir entre varias opciones. Ese mundo que empezó a desaparecer y a precipitarse a la situación actual cuando ella estaba todavía en el vientre materno.

Buenas noches y mucha suerte Victoria Esperanza.


jueves, 28 de febrero de 2008

Andalucía, levántate y lucha

“La bandera blanca y verde / vuelve, tras siglos de guerra, / a decir paz y esperanza, / bajo el sol de nuestra tierra...”. Muchos andaluces habrán escuchado hoy este himno, algunos llevándose la mano al corazón y mirando al infinito, tal vez por verdadero sentimiento o porque sobreactúan más que Raúl con el himno de España (en aquellos tiempos en los que jugaba con la selección), otros lo habrán oído sin sentir nada especial y algunos más, como es mi caso, no habrán tenido la ocasión de oírlo en suelo andaluz. Como los andaluces no tenemos un sentimiento nacionalista o independentista muy arraigado (aunque algunos los hay que sí, quizás tratándose de engañar a sí mismos o de autoconvencerse de lo que no es), miramos a nuestra tierra con cariño, pero no con el patriotismo con el que lo pueden hacer los catalanes o los vascos con la suya. El andalucismo es mucho más limpio en líneas generales, más romántico en su concepción y con un sentido mucho más sencillo (como la mayoría de su gente). Pero, tristemente, el andaluz es demasiado conformista, poco luchador (salvo cuando la soga llega a apretar demasiado). Muy lejanas suenan ya esas arengas de don Blas Infante: “Andaluces levantaos, pedid tierra y libertad”. Hoy no. Hoy pocos se levantan, salvo para ir a trabajar o para cobrar el paro. Y no es que el andaluz no se levante porque sea vago (tópico harto extendido por cierto, pero que yo, que he conocido a gente de diversos puntos de España, puedo corroborar que no se corresponde con la realidad), sino porque es un conformista que no lucha por lo que es suyo, por lo que le corresponde. Ese “ya lo haré mañana…” se convierte en nuestra mayor perdición.
Con motivo del día de Andalucía no me puedo resistir a poner aquí y ahora un pasodoble carnaval que un servidor escribió en su día para la Chirigota Virtual 2007 (las pin-pollas), y que se encuentra en el disco de la agrupación. La letra versa, obviamente, sobre esa pequeña región en la que se vive y se siente de forma diferente, ese paraíso para muchos cuya frontera geográfica es el puerto de Despeñaperros. Pero no se trata de un pasodoble piropo, resaltando lo bonita que es esta tierra y lo sencilla que es su gente, sino que es una crítica a los gobernantes andaluces, a la actitud del pueblo y a los eternos benefactores de esta situación: nobles y terratenientes. La letra está enfocada desde el punto de vista de los obreros que luchan y no reciben nada a cambio, centrada en el caso concreto de los astilleros de Cádiz, que pelean para exigir trabajo cortando continuamente el puente Carranza, ante la desesperación de su situación laboral. Y mientras tanto, la Junta de Andalucía tiene la desfachatez de nombrar hija predilecta de esta tierra a la mayor y peor terrateniente que tenemos la desgracia de sufrir: la duquesa de Alba. Y todo ello sin que al señor Chávez, que se hace llamar socialista y que parece que tenga un cargo vitalicio (ese comentario tan afortunado se lo hizo un ciudadano en el programa ‘tengo una pregunta para usted’), se le caiga la cara de vergüenza. Por todo esto creo que la fecha en que nos encontramos bien se merece este pasodoble. Espero que sea de vuestro agrado.

lunes, 25 de febrero de 2008

la amenaza de las urnas...

Queridos conciudadanos todos, me es grato comunicaros que voy a poner una nueva entrada en el blog. Sí, sí, por fin lo vuelvo a actualizar después de tanto tiempo en el dique seco. Y a partir de ahora prometo hacerlo con absoluta reguralidad. Se nota que estamos en campaña verdad, ¿o acaso alguien ha llegado a creerse por un momento mi promesa? (a veces no sé si hablo solo o todavía hay algún pobre desgraciado que se martiriza leyendo mis tonterías). Bueno, peor resulta creerse las que realizan con suma facilidad los políticos, esos seres que tanto cariño nos tienen y tan bien nos tratan durante quince días cada cuatro años, porque después de la campaña, y máxime si ganan las elecciones, si te he visto no me acuerdo.
Por el mes de mayo del año pasado (cuando este blog apenas si acababa de emerger, pero su contenido lo actualizaba con mucha más frecuencia) publiqué una entrada sobre las últimas elecciones municipales. Si alguien quiere echarle un vistazo y ponerse en situación de lo que se avecina (aunque ya llevamos un tiempo de campaña y una precampaña que lleva durando casi cuatro años), puede hacerlo desde aquí.
Y ahora quiero compartir con todos mis electores... perdón, quise decir lectores. No sé en que estaré pensando, serán estas fechas, que me turban la razón. Decía que quiero invitaros a que veáis este video. Es del Carnaval de Cádiz de este año, y en él podemos ver a la chirigota ilegal (para quien no lo sepa, se llaman ilegales o callejeras a las agrupaciones que no participan en el concurso) 'Silencio, hacerme el fagot' interpretando una composición musical en homenaje a los principales partidos políticos. Este 'espacio electoral gratuito', como ellos mismos lo califican, no tiene desperdicio alguno. Ironía y crítica en estado puro. Disfrutadlo.


jueves, 10 de enero de 2008

"monarquía pa tu tía"

En estas fiestas tan entrañables, en las que su majestad Juan Carlos I (y esperemos que último) cumple 70 años, uno menos en las islas Canarias, quisiera enviarle mi particular felicitación al rey (guey en el habla juancarlista) de todos los españoles, incluida esa pequeña colonia de cabras que habita en Perejil. Y que mejor forma de hacerlo que con una peculiar loa a la corona. Como él es tan campechano aceptará de buen grado las críticas. Estamos en una democracia, y aquí nadie va a sufrir represalias por criticar a ninguna institución, ni será juzgado por dibujar nada… ¡Faltaría más! Esto es España (¡¡¡con acento en la p ostias!!!).

Y ahora quiero dirigirme a ti, querido Juanca (¡¿cuál es mi cámara?!), para felicitarte por tu setenta cumpleaños. Que cumplas muchos más y que todos lo veamos, pero en vez de sentado en un trono, sentado en un silloncito de eskay normal y corriente. A ti te dedico este romancero, que se viste de gala en estos días tan especiales para conmemorar tan bonita efemérides. El texto tiene ya unos años (pero más tiene la monarquía y nadie dice nada), data del 75 aniversario de la II República, es decir de abril de 2006, pero lo saco a la palestra porque la ocasión bien lo merece. Un saludo mi rey.

Siete décadas y un lustro.
Nostalgia republicana.
Roja y gualda es mi bandera,
Con una franja morada.

Nostalgia del 31,
Nostalgia de aquella hAzaña,
Nostalgia de ver sin rey
A todo el rei-no de España.

Pero basta de nostalgias,
Miremos hacia delante.
El futuro se construye
Poniendo de nuestra parte.

La República es posible.
Es posible y es precisa.
Pero que el pueblo no bese
Por donde Juan Carlos pisa.

El pueblo sigue dormido,
Debemos de despertarlo,
Despertarlo de ese sueño,
De su profundo letargo.

Siempre igual, la misma historia:
“nos cuesta muchos millones,
Pero es que es tan campechano…”
¡No me toquéis los borbones!

La figura del monarca
No cumple función alguna.
Y no olvidéis que este rey
Lo impuso una dictadura.

Así que alcemos la voz:
¡Que venga ya la tercera!
Que la República viva
Y la Monarquía muera.

Que suene el himno de Riego,
Que ondee la tricolor
Que no llegue a ser princesa
La infanta Doña Leonor.

Que la sangre azul sea roja,
Que el chollo tenga un final,
Y que este bendito sueño
Sea lo único Real.