miércoles, 9 de mayo de 2007

los cayos malayos

Parece que fue ayer, y ya hace más de un año que dio comienzo la ‘Operación Malaya’. Desde que en marzo de 2006 dieran con sus huesos en la trena los primeros inculpados, ya ha llovido bastante, pero no han cesado de caer más implicados, superándose ya el centenar. Y los que quedan…, pues parece que el ayuntamiento Marbellí era un pozo sin fondo (pero con muchos fondos) del que bebían sin parar alcaldes, tenientes alcaldes, concejales, constructores, y todo hijo de vecino (bueno, salvo los hijos de vecino decentes, que los hay y bastantes, y que por serlo seguirán siendo pobres, honrados, y en algunos casos, hasta víctimas directas o indirectas del fraude). En una detención, han caído hoy dos nuevos implicados. Pero, ya sea por la famosa cárcel de Alhaurín de la Torre, por el calabozo de Málaga o por demás presidios de la Costa del Sol y aledaños, han pasado desde aquel señor que tenía nombre de retrete, el Roca (presunto cabecilla de la trama), hasta las famosas rubias artificiales, Marisol Yagüe e Isabel San Marcos, o dos individuos con mucho pelo en la cara, el ‘cachuli’ y la Pantoja, por no hablar de directivos del Sevilla, abogados y ‘chiquilicuatres de tres al cuarto’ (como diría García). Y en vista de que ya son 101 los procesados (con los dos de hoy) y que hace poco más de un año que dio comienzo la ‘Operación Malaya’, para celebrar tan emotiva efemérides, yo tengo a bien ofrecerles a ustedes este humilde soneto, que aunque tenga más de un año, visto lo visto, no pasa mucho de moda. El susodicho artículo, fue publicado en la revista Qdat en Madrid. Publicación que muy pocos conocerán, pues no fue mucho más lejos de las cuatro paredes de aquella aula de informática en la que se impartía la asignatura de Periodismo Local, y que realizábamos entre un pequeño grupo de estudiantes, y que tantos quebraderos de cabeza nos dio en algunos momentos, y tan pocos beneficios nos otorgó. Por lo tanto saco éste soneto del oscuro rincón en el que se encontraba, y lo pongo a la vista de todos, brindándoselo al respetable y en especial a la folklórica y a su cónyuge. Va por ustedes maestros:


Putas de lujo con avión privado,
Mansiones, fincas, yates, ¡Money Money!
Las arcas públicas las han trincado
Chorizos con más arte que el Dioni.

Noblezas que ennoblecen sus bolsillos,
La estafa como punto de partida,
Mangar sin despeinarse ni el flequillo
Y luego a disfrutar la buena vida.

Alcaldes con ‘glamour’, Jet Set y Mafia,
Conviven juntos, ¿pero no revueltos?
En ese ‘paraíso’ que es Marbella,

Donde la alta alcurnia más burda y zafia
Comparte mesa en el Ayuntamiento
Con las rubias de bote más plebeyas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buenas Alfonso, aquí tienes un nuevo lector de tu blog y de tus sonetos. Qué grande era ese romancero que hacías para la revista Qdat! Sigue así tío. Como te dije te seguiré leyendo. Un abrazo